Paso a contar mi día de hoy:
Me levanté temprano de mal humor, me puse el despertador para levantarme una hora más tarde, y lo hice, de buen humor. Gracias a la flia, obvio, mi día se tornó insoportable. Quise almorzar pero no tenía tiempo. Salí más tarde de lo que quería para ir al médico. Mi idea era ir más temprano para pasar por la farmacia pero ya no llegaba. Fui a pagar Edesur, me tomé el colectivo, estaba de mal humor, intenté dormir, pero me sonó el teléfono; mi tía me compró unas pantuflitas de pata de animal con garrita. Me bajé del bondi. ¡ERA TEMPRANO! Joya, paso por la farmacia. Después de esperar 25 minutos mi turno, no les quedaba el medicamento que necesitaba, que llegaba una hora y media más tarde. Llego a mi turno con mi médica, pero llegué antes que ella. ¡Uf, apurate Vale! Llegó, me atendió, miró mi análisis de sangre y todo bien peeeero el nivel de ‘no se qué’ estaba medio bajo, por lo que me dio comprimidos con hierro para comprar EN LA FARMACIA. Seguía siendo temprano asique me tomé el subte y fui a cambiar unas partituras. Estoy volviendo y le pregunto a un policía de qué lado me tomaba el subte para ir a Medrano. Me indicó mal. Suerte que dudé y se me ocurrió preguntarle a alguien más. Llegué otra vez a la farmacia del hospital. Me atendieron, me llevé lo que necesitaba. Fui a la parada del 124, maldito 124. Después de esperarlo unos 15 minutos, llegó pero NO PARÓ. Lo esperé 15 minutos más y me lo tomé. Viajé apretada, obvio, todo el recorrido, y me bajé una parada después para pasar por la carnicería, obvio, estaba cerrada. Caminé una cuadra, ‘Hola, ¿Eukanuba Medium tenés?” “No me queda, mañana” . -.- Ok. Pasé por la verdulería, compré las mil quinientas cosas que tenía que comprar, en lo que calculé más o menos unos 4kgs (para muchos es re poco, pero soy re debilucha yo). Llegué a casa pero, obvio, me había olvidado de algo: comprar galletitas. Salí otra vez, fui a Día, agarré rápidamente dos o tres paquetes de galletitas y fui a la cola de la caja: Había dos; una con mucha gente, otra con poca. “Qué extraño” pensé. Lógicamente, me ubiqué en la fila con menos gente. El supermercado entero terminó saliendo antes que yo. El cajero era un newbie, (pobre, todo bien, no es su culpa que me haya agarrado en el día más ortiva) que tardó unos 5~10 minutos en cobrarme TRES PAQUETES DE GALLETITAS. Volví a casa, acomodé, y a las seis venían unos amigos a merendar. RECORDAMOS QUE JAMÁS ALMORCÉ, y aclaremos que son las SIETE. Una hora de atraso y yo todavía los espero muerta de hambre. Debería haber merendado sola y después hacerlo con ellos de nuevo, si sé que ellos son tremendamente impuntuales -.- ok. Suena mi celular, yo hambrienta esperando a amigos (uno se llama Pablo) atiendo:
L: Holaa
P: Pablo
L: ¿QUÉ ONDA? :S
P: … Gonzalez
L: AHHHHHHH :$
Era papá ♥ (me refiero a mi papá de mentiritas, claramente). Organizamos para vernos pronto, y me vine a escribir esto. Son las 19:05 y sigo teniendo hambre, no llegaron mis amigos, y estoy de mejor humor.
Si me pongo en matemática, mi día estuvo un 69.5% malo. Bastante garrón eh. En fin, voy a seguir esperando a mis amigos. Chau. X3
L*
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